(de El monograma)
Es temprano todavía en este mundo, me oyes
No han sido domesticado los monstruos, me oyes
Mi sangre perdida y el puñal, me oyes
Aguzado
Que corre como carnero en los cielos
Y quiebra las ramas de las estrellas, me oyes
Soy yo, me oyes
Te amo, me oyes
Te tengo y te llevo y te visto
Con el blanco traje nupcial de Ofelia, me oyes
Dónde me dejas, dónde vas y quién, me oyes
Te toma de la mano por encima de los diluvios
Las enormes lianas y la lava de los volcanes
Llegará el día, me oyes
En que nos entierren y miles de años después
Nos convertirán en rocas luminosas, me oyes
Para que brille sobre ellas la crueldad, me oyes
Humana
Y en mil añicos nos arrojará
A las aguas uno-a-uno, me oyes
Mis amargos guijarros cuento, me oyes
Y es el tiempo una gran iglesia, me oyes
Donde a veces en las imágenes
De los santos
Surgen lágrimas verdaderas, me oyes
Y las campanas abren en lo alto, me oyes
Un hondo pasaje que permita mi paso
Aguardan los ángeles con cirios y fúnebres salmos
No iré a ninguna parte, me oyes
O ninguno de los dos juntos, me oyes
Esta flor de la tormenta y, me oyes
Del amor
De una vez para siempre la recogimos
Y no habrá de florecer
de otra manera, me oyes
En otra tierra, en otra estrella, me oyes
No existe el suelo, no existe el aire
Que tocábamos, el mismo, me oyes
Y ningún jardinero fue tan feliz en otros tiempos
Después de tanto invierno y tantos vientos fríos, me oyes
Que nazca una flor, sólo nosotros, me oyes
En medio del mar
Tan sólo por la voluntad del amor, me oyes
Levantamos toda una isla, me oyes
Con grutas y cabos y acantilados florecidos
Oye, oye
Quién habla a las aguas y quién llora -¿oyes?
Quién busca al otro, quién grita -¿oyes?
Soy yo que grito, soy yo que lloro, me oyes
Te amo, te amo, me oyes.
Traducción: Nina Anghelidis y Carlos Spinedi.
Ediciones el Tucán de Virginia, México,2004.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario