miércoles, 28 de marzo de 2012

cierro la mano y apareces

hay un sonido un tono de mí que me busca:
salgo a salir al aire y al sol por un poco de comida
 y junto al paso de una muchacha que amanece nuevamente de mí
 también se hace de noche. 
y entonces estoy vivo
entre una mano para otra mano

en piedra junto a piedra 
sobre la casa

carta de cumpleaños

"Todo el mundo dice que no soy un hombre
sino un árbol derribado." 
E. Eielson

un día
hay un día
hay una
una mano vacía
nada más
pero al fondo como un árbol
            la casa en la memoria
en las manos
y las manos haciendo
una escalera nuevamente

como la primera vez que fuimos
a la playa
en suave brisa entonces
y nos volvimos de las manos
una red
para volver
a la orilla

siempre nuevamente

miércoles, 14 de marzo de 2012

noche platinoche

Me gustan los espejos en sí porque devuelven algo. Algo finalmente. 
Pensar en la infancia es totalmente fácil e innecesario.

Alguien de otro lado del puente me toma de la mano
luego ya no 
y mira los árboles y el pasto 
pero ya no está 





domingo, 11 de marzo de 2012

Ponerse al día

Hoy por la mañana desayuno con una amiga que conozco de poco más de 10 años; todo fue ponerse al corriente. De nuevo no conocí a su hijo de apenas cinco meses.
Después del desayuno tomamos café con leche, yo le seguí con una tisana de cítricos y ella ya no quiso más.
Antes de marcharse, la acompañé a comprar algunas verduras & hongos más otras cosas para la comida de la tarde; y mientras eso pasaba, imaginé que ambos llegaríamos a la misma casa y nos pondríamos a trabajar en esa comida, mientras afuera, el frío y la neblina pasaban de largo, tal cual como la vida misma.

sábado, 3 de marzo de 2012

una herida sencilla

...ahora las cosas no son tan claras pero se vuelven emocionantes hasta el grado de no maldecir el futuro.
Lo cierto es la amistad, el clima, distancia, luz solar y el golpe del aire nuevamente. Algo de lluvia también en el sureste.
Hay casi siempre una herida sencilla en el día: cuando descubro que no soy un árbol plantado a un costado de otro cuerpo. Que no hay ramas altas de castaños. Ciertos frutos.
De lejos los viñedos de la tierra caliza. ah Cuánta esperanza! Sus raíces, quiero decir, son más profundas que mis hábitos aunados a sus hábitos.
Nos conocimos en un tiempo afín a los viñedos. Siempre es verano entonces, cuando pienso en ella.
Todo es un verano entonces.
No la piedra frena las intenciones de los árboles. No un verano. Ni las hachas afiladas para el invierno.
Ni el jugo de los frutos rojos, ni las notas cítricas, ni la muchacha que me toma de la mano como las notas cítricas, nada es una herida sencilla.