domingo, 24 de mayo de 2009

FÓRMULA

Extraño el cuerpo extraño cuerpo tenso de los domingos
la seguridad de su ausencia sólo los domingos
no hay esquina desconocida los domingos
las orillas de las calles se rinden a la curiosidad del cuerpo éste que no aguarda.
De pronto entiendo que no conoceré el cuerpo que anhelo,
que no brincaré la frontera de mi capacidad idiomática, jamás podré entonces llamar
al cuerpo otro, cuerpo disperso en la memoria de lo que pasa un domingo.
Las calles se pierden un día, dan vuelta a todos lados, la vida sigue,
la gente preocupada en caminar, los conductores siempre tienen dónde ir aunque nadie los espere.
Debo caminar más despacio, nadie espera mi llegada.

2 comentarios:

Unknown dijo...

En esta ciudad hay calles para llegar a todas partes, donde se hace de todo, todo pasa y a todos te encuentras. Saludos!

edegortari dijo...

Me gustó tu poema. El final es excelente. Buen blog.